En los últimos meses Isabel II ha tenido serios problemas de movilidad que, sin embargo, no han sido capaces de frenarla. Hace unas semanas salió a la luz que la monarca utiliza un carrito de golf eléctrico para moverse por los terrenos del castillo de Windsor tras mudarse allí de forma permanente a principios de año, y ahora apareció en público a bordo de este vehículo en su visita a una exhibición organizada por Real Sociedad de Horticultura.
Isabel II 'presume' su nuevo carro de lujo en aparición pública sorpresa
Esta cita es una de las favoritas de Isabel, pero tuvo que perderse las dos ediciones anteriores debido a la pandemia del coronavirus. Su presencia no estaba confirmada, como ha sucedido en sus pasadas apariciones, en las que el mismo día del evento se descubre si la monarca estará o no presente.
Este lunes la soberana británica apareció en el Royal Hospital de Chelsea con una sonrisa dibujada en la cara, algo muy poco habitual en alguien como ella, que siempre trata de reprimir sus emociones en público.
Esta cita acabó convirtiéndose en una pequeña reunión familiar, ya que estaba acompañada por su hijo el príncipe Eduardo y su nuera la condesa de Wessex, su nieta la princesa Beatriz y varios de sus primos: el duque de Gloucester, el duque de Kent y el príncipe Michael de Kent.
Cuando llegó el momento de recorrer los jardines para ver las flores y plantas, que incluían varios guiños a la celebración de su Jubileo de Platino, la reina se subió a su carrito de seis plazas valorado en 80,000 dólares.
Este elevado precio se debe a que el automóvil cuenta con asientos de piel, un pequeño refrigerador y una pantalla de diez pulgadas junto al volante, además de haberse modificado para que Isabel II lo pueda utilizar en cualquier tipo de clima.