Toda mamá, especialmente las primerizas, saben que tener un hijo viene con una serie de "instrucciones" que seguir casi al pie de la letra. En el caso de las mamás de la familia real, habría que agregar algunos puntos más, dado que la maternidad dentro de la Casa Real tiene sus propias exigencias.
Las reglas que toda mamá de la familia real debe seguir
La reina va primero
Si la mamá real quiere anunciar su embarazo antes a su propia familia o amigos deberá abstenerse o arriesgarse a romper el protocolo. La monarca debe ser la primera en enterarse de cualquier nuevo integrante de la familia.
¿Quién tiene la custodia?
Todos los niños royal son custodia de la reina, no de sus papás. Es por ello que muchas mamás reales se lo piensan dos veces antes de separarse. De divorciarse, es la familia real a quien "pertenecen" los hijos.
La ropa del bebé debe seguir un estricto código
El estilo y los gustos personales de las mamás de la familia real son lo de menos, ya existen reglas con respecto a lo que un bebé real puede o no usar. Por ejemplo, los niños deben usar shorts hasta los ocho años, y las niñas vestido. Así que nada de experimentar.
Deben bautizar a sus hijos
No importa la preferencia personal, los hijos, nietos y bisnietos de la reina deberán ser bautizados, ya que ella la monarca es líder de la Iglesia de Inglaterra.
Además, no queda a opción de las mamás de elegir el traje que el bebé usará en el bautizo, pues todos los bebés Windsor usan el mismo, pasado de generación en generación desde el primer hijo de la reina Victoria (aunque ahora se use una réplica, porque el original ya era muy frágil).
Alimento natural
Nada de comida pre-empacada, los niños de la realeza sólo pueden comer alimentos naturales y hechos en casa. La ventaja en este caso es que cuentan con la ayuda de chefs particulares que se encargan de preparar estos necesarios platillos balanceados.
Reglas de etiqueta
Cómo sentarse en una mesa, como tomar los cubiertos o beber agua no son cosas que una mamá royal vaya a enseñarles. Para eso están las clases de etiqueta, por lo que las nuevas mamás pueden despreocuparse.
Nada de gritar…
En caso de perder la paciencia durante un berrinche en público, las mamás royal no pueden perder la cabeza. Cuando mucho, un sutil "jalón de orejas" o un susurro deberá bastar para hacer calmar a un niño en crisis, pues está prohibido gritarles.
…. y nada de mimar
El otro lado de la moneda tampoco se permite. Consentir, abrazar o mimar en exceso a los niños reales, ya sea en público o en privado, no es considerado adecuado pues no ayuda a una educación equilibrada que los forje para un futuro bajo presión. Tampoco pueden usar un ningún apodo de cariño para llamarlos en público.