En 70 años de reinado, Isabel II ha reunido decenas de anécdotas, desde las más ligeras hasta aquellas ligadas a situaciones más complicadas. En Queen of Our Times, la nueva biografía de la monarca, se narra una de estas últimas, que involucran a un muy especial miembro de la familia real británica: el duque de Kent.
El día que la reina Isabel evitó que el ejército irlandés secuestrara a su primo
Eduardo de Kent, nueve años más joven que Isabel II, y realmente querido por la monarca, había sido enviado a Irlanda del Norte con el regimiento de los Royal Scots Greys en 1971. Fue entonces cuando el primer ministro irlandés, Terrence O’Neill, fue avisado que el Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) tenía planes de secuestrar al duque si éste entraba a Belfast.
O’Neill tuvo la cortesía de informar a la reina, por medio de su secretario privado, lo que le había sido revelado. Isabel II debió actuar de inmediato, aunque de forma discreta. Se comunicó con el entonces primer ministro británico, Edward Heath, quien pidió a los oficiales no enviar al duque a Belfast. Poco después, volvió a Edimburgo.
La información cayó en manos de Robert Hardman, autor de la nueva biografía de la reina Isabel, quien se encontró con una carta del ministro de defensa que leía, “El deseo de la reina de que el duque no sea enviado a Belfast ha sido cuidadosamente notado”.
Sin embargo, no se trató de un trato preferencial, sino que Hardman aseguró al Daily Telegraph que “a la reina le preocuparía más que la presencia del duque de Kent se convirtiera en un peligro para sus hombres”.
A pesar de sus acciones, la reina no pudo proteger a toda su familia del IRA. Luis Mountbatten, tío del duque de Edimburgo, murió, con dos de sus nietos, en un atentado terrorista mientras vacacional en verano con su familia en 1979.