El príncipe Eduardo y su esposa, Sophie de Wessex, están de viaje en el Caribe como parte de la celebración del Jubileo de Platino de la reina Isabel.
Al igual que sucedió con los duques de Cambridge, que también viajaron a la zona recientemente, los condes de Wessex llegan en un momento complicado, pues muchos de los países caribeños buscan su independencia de la monarquía británica.
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Y a pesar de que la buena intención de los condes es llevar el mensaje de unión de Isabel II, el regalo que decidieron entregar el primer ministro de Santa Lucía, Philip Pierre, dejó mucho que desear, o al menos así opina el público en redes sociales.
El hijo menor de la reina y su esposa recibieron de parte de Pierre una pintura de una tortuga de la isla, y ellos a cambio le obsequiaron una fotografía de ellos mismos, autografiada. No exactamente algo que fuera representativo de la Gran Bretaña.
En la imagen oficial de la entrega, la expresión seria del primer ministro lo dice todo.
El gesto de los condes no pasó desapercibido en redes sociales, donde lus usuarios tomaron las redes para criticar el regalo.
“El PM Pierre preguntándose cuando será la próxima recolección de reciclaje”, comentó un usuario en respuesta Caribbean News Network.
“Su cara lo dice todo, me recuerda a la cara que le hice a mi esposo cuando me regaló una plancha en Navidad”, expresó otro.
“Se verá precioso en su baño de visitas”, fue otra de las burlas de los usuarios.
Sin embargo, algunos defensores de los condes mencionaron que regalar fotografías firmadas no es algo extraño en los tours de la familia real.
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El ambiente actual no ayuda a los condes: en su tour por las islas de Santa Lucía, Antigua y Barbuda y las Granadinas, ya se han encontrado con resistencia por parte de ciertos grupos. En Antigua y Barbuda, ya les han advertido que no quieren su “falsa mojigatería” en torno a la esclavitud, mientras que debieron cancelar su paso por Granada de último minuto por la misma situación antimonárquica actual.