Vaya fin de semana para los duques de Sussex: después de una visita ráfaga al Reino Unido para saludar a la reina Isabel –mucho se había comentado de la ausencia del príncipe Harry en el reciente homenaje al duque de Edimburgo–, la pareja aterrizó en Holanda para presidir los Invictus Games, la competencia deportiva para veteranos militares fundada por el príncipe.
¿Por qué Meghan Markle regresó a California antes de tiempo?
Y aunque los juegos siguen su curso, Meghan Markle ha dejado Holanda para volver a su casa, ubicada en Santa Bárbara, California.
¿La razón? La esperan sus dos hijos pequeños, Archie, de casi 3 años, y Lilibet, de 10 meses. Parece que la duquesa de Sussex, quien expresó extrañarlos mucho, no pudo pasar demasiado tiempo separada de ellos.
“Meghan fue muy platicadora y me contó que extrañaba a sus hijos”, dijo uno de los competidores por parte de Gran Bretaña al Daily Mail. “Dijo que quería estar cerca de los niños, porque extrañaba a los suyos”.
Se cree que Archie y Lilibet –quien a la fecha no conoce a su bisabuela, la reina Isabel– permanecieron en Montecito, California, bajo el cuidado de Doria Ragland, madre de Meghan. Ha sido el mayor tiempo que la pareja ha estado alejada de ellos.
El que Meghan haya pasado sólo un par de días en Holanda no implica que su maleta fuera casi vacía, al contrario. Se estima que sus looks costaron, en conjunto, alrededor de 600 mil pesos.
En su primera aparición usó un traje blanco de Valentino y zapatos Aquazzurra, marca favorita de su concuña, Kate Middleton. Más adelante, la vimos con un abrigo color camello de Ralph Lauren y pantalones de la misma firma, además de una bolsa Carolina Herrera.
En el evento más informal, el Land Rover Driving Challenge, optó por unos jeans cropped de Moussy y los clásicos flats de Chanel. Para la recepción eligió un minivestido blanco Valentino y bolsa Khaite.
Más allá de los looks, lo que más llamó la atención de las cámaras fue que, muy a pesar de la opinión pública con respecto al Megxit, el cambio de vida parece haber sentado bien a los duques de Sussex, que se vieron relajados, sonrientes, y más enamorados que nunca.