Parte del propósito de la existencia de las familias reales es mostrar al mundo lo mejor de los países a los que representan: las tradiciones, los valores y la historia que los distinguen. Por esa razón, es raro que salgan a la luz conflictos entre sus miembros. Sin embargo, alguno que otro escapa a la confidencialidad de palacio, y es así como conocemos estas historias de rivalidad entre hermanos.
William y Harry
Los hermanos han mostrado un frente unido desde que tenemos memoria, especialmente después de la traumática experiencia que vivieron con la muerte de su madre, la princesa Diana, cuando sólo tenían 15 y 12 años. El tiempo no los separó, ni siquiera la relación entre William y Kate, al contrario: la pareja lo incluía en todos sus planes.
Con la llegada de Meghan Markle, el “trío dinámico” se separó, y se convirtió en lo que los medios llamaron el “Fab Four”, aunque se comenzó a percibir cierta distancia entre las parejas.
Supuestamente, William sugirió a Harry esperar un poco antes de casarse con Meghan, como él lo había hecho en su momento con Kate, cuestión que no agradó el lo más mínimo a su hermano menor.
Aunque no está confirmado, se cree que lo que terminó por “romper” a los hermanos fue la entrevista que los duques de Sussex dieron a Oprah Winfrey, en la que aseguraron que un miembro de la familia real había dicho comentarios racistas sobre Archie, el bebé de la pareja. Además, Meghan insinuó que Kate la había hecho llorar en algún punto durante los preparativos de su boda.
Los hermanos se encuentran distanciados desde entonces, a pesar de haberse encontrado en Londres en la develación de una estatua de la princesa Diana, aunque se cree que la relación es tensa, y seguramente esto no mejoró con la ausencia de Harry en el reciente homenaje al duque de Edimburgo.