No hay duda en que la familia real británica es longeva: el príncipe Carlos es el heredero a un trono europeo de mayor edad, mientras que su esposa Camila se convertirá en reina pasados los 70, teniendo en cuenta lo bien que se conserva Isabel II a sus 95 años de edad y a pesar de sus crecientes problemas de movilidad.
La broma de Carlos y Camila sobre su edad, deja claro su buen sentido del humor
En cualquier caso, el príncipe de Gales, de 73 años, y su esposa, quien tiene 74, son plenamente conscientes de que sus años de juventud están más que enterrados en el pasado.
De hecho, el aristócrata no dudó en bromear sobre su avanzada edad en su visita oficial a la República de Irlanda, así como acerca de todos los viajes que tratará de hacer antes de su cuerpo y mente se lo impidan.
"Irlanda es un país que significa mucho para nosotros, más de lo que puedo expresar con palabras. Siempre ha sido una de nuestras ambiciones visitar cada parte de esta tierra majestuosa antes de que nos volvamos completamente seniles", señaló el heredero británico a su paso por Waterford, la ciudad más antigua del país vecino.
Carlos se reunió además con residentes ucranianos de la zona, a quienes transmitió todo el apoyo y afecto que les brinda el Reino Unido y, de forma más concreta, la familia real.
"Nuestros pensamientos y oraciones están con la gente de Ucrania, quienes siguen afrontando una agresión brutal de consecuencias inciertas. Estos tiempos que vivimos nos dan la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de la paz y la amistad, ya que nuestra historia nos demuestra que no podemos darla por sentado", declaró.