El cariño que Isabel II siente hacia sus corgis es muy conocido. Antes de que decidiera dejar de criarlos debido a su avanzada edad, los animales contaban con un chef propio que les preparaba tentempiés y platos saludables a base de arroz, carne y col, asegurándose de que no quedara ningún hueso o trozo demasiado grande con el que pudieran atragantarse.
La historia del político que comió por error galletas de los corgis de Isabel II
El problema que presentaban la comida de los perros es que era muy elaborada y podía parecerse demasiado a la que se serviría a cualquier ser humano. Una nueva biografía de la soberana desvela que, en una ocasión, uno de los miembros del gabinete de Reino Unido confundió las galletas de las mascotas de la reina con aperitivos para acompañar el queso.
La figura pública que cometió este error fue el antiguo ministro de sanidad Alan Johnson durante una reunión del Consejo Privado de su Majestad que tuvo lugar en el castillo de Windsor en 2008, y en la que también estuvo presente Paul Murphy, entonces ministro para Gales.
Johnson solo se dio cuenta de que se había pasado toda la comida disfrutando de snacks preparados para los canes cuando estaba esperando el coche que lo llevaría de regreso a casa.
"Johnson mencionó que le había gustado especialmente el queso y las inusuales galletas oscuras, pero Paul le respondió: 'No, las galletas oscuras eran para los corgis'", asegura Robert Hardman en el libro Queen of Our Times.
Cuando se recuperó de la sorpresa, el propio Johnson reaccionó con mucho sentido del humor y reconoció que toda la situación resultaba divertidísima. Lo que no está claro es si la reina se dio cuenta de que estaba comiendo las galletas de sus perros y decidió no decirle nada.