Aunque la reina Isabel no se ha expresado de viva voz con respecto a lo que ocurre en Ucrania, sí ha dado varios pasos que podrían considerarse como su postura en contra de los ataques de Rusia a Ucrania.
La reina Isabel fija su postura sobre la invasión de Rusia a Ucrania
Por ejemplo, la semana pasada recibió a Justin Trudeau en el castillo de Windsor y, sobre su mesa de trabajo, se pudo observar un gran ramo de flores en colores azul y amarillo. Y en su más reciente audiencia, usó un vestido en el que también destacan los colores de la bandera ucraniana.
La monarca de casi 96 años no se quedó en lo simbólico, dado que ya hizo una gran contribución a título personal al Centro de Emergencia para Desastres.
Ahora, una reciente decisión está envuelta en el boicot cultural a Rusia. Ha salido a la luz que a mediados de febrero, cuando las tropas rusas apenas se acercaban a la frontera con Ucrania, Isabel II retiró un permiso que la Royal Collection había dado para que tres espadas del siglo XVII, que forman parte de la colección privada de los Windsor, se mostraran en los Museos del Kremlin, reportó The Guardian.
Un comunicado de prensa de los Museos del Kremlin había anunciado con bombo y platillo que la reina Isabel, además del Louvre en París y el Museo del Prado en Madrid habían enviado piezas importantes.
“La decisión de posponer el préstamo de tres espadas de la Colección Real a los Museos del Kremlin en Moscú se tomó a mediados de febrero”, dijo sin dar mayor detalle una representante de la Royal Collection, relata The Guardian.
Según el diario británico, fue clave en la decisión el que uno de los patrocinadores de la exposición es el magnate ruso Alisher Usmanov, uno de los “oligarcas favoritos” de Vladimir Putin, según dijo la ministra de cultura francesa, Roselyne Bachelot, al periódico Le Monde.