A propósito del primer cumpleaños de Grace Elizabeth Matthews, la segunda hija de Pippa Middleton y su esposo James Matthews –y nombrada así en honor a la reina–, salió a la luz un curioso detalle de su boda en 2017.
La “regla” que impidió que Meghan y Harry se sentaran juntos en la boda de Pippa
La novia, hermana menor de Kate Middleton, decidió que las parejas, casadas o no, debían sentarse separadas en el banquete, esto con el fin de que los invitados convivieran entre ellos y no sólo con sus “+1”, tal como reporta el diario inglés The Mirror.
Fue así como en el evento, y a pesar de haber viajado miles de kilómetros para estar con su entonces novio, el príncipe Harry, Meghan Markle no tuvo permitido sentarse junto a él.
Ahí no acabó el problema, y es que tampoco pudo acompañarlo a la ceremonia religiosa ya que la ex actriz no fue invitada.
En ese entonces, la prensa buscaba a toda costa tener imágenes de Harry y Meghan juntos dado que su relación era relativamente nueva, por lo que, en un afán de evitar que las fotografías de los futuros Sussex “opacaran” a la novia, Pippa decidió no invitarla a la boda en la iglesia de St. Mark.
Tal como relata Express, según Omid Scobie y Carolyn Durand, autores de la biografía de los Sussex, Finding Freedom, ésta fue la única razón por la que Meghan no fue invitada a la celebración completa, y que la decisión fue tomada tanto por Pippa como por Carole, su mamá.
A finales de ese año, el príncipe y Meghan Markle se comprometieron y, en mayo siguiente, se casaron en la capilla de St. George en Windsor, evento al que tanto Pippa como James fueron invitados.