La reina Isabel prueba, una vez más, que está hecha de algo diferente al resto. Después de haber tenido contacto con su hijo mayor, el príncipe Carlos, dos días antes de ser diagnosticado con covid-19, comenzó la preocupación por la salud de la monarca.
Isabel reaparece saludable tras preocupación por contagio de Carlos y Camila
Pero toda inquietud puede hacerse ya a un lado, pues Isabel II reanudó su agenda pública y reapareció, tan saludable como siempre, en una audiencia virtual desde el castillo de Windsor con el embajador de Estonia, quien a su vez se encontraba en el Palacio de Buckingham, en el centro de Londres.
Usando un primaveral vestido de flores, sus clásicas perlas y con buen semblante, la monarca de 95 años dio carpetazo a los rumores de coronavirus que la rondaban.
Aunque Buckingham Palace no dijo en su momento nada al respecto, fuentes cercanas a la reina aseguraron que estaba siendo monitoreada pero que no presentaba ningún síntoma. Tampoco se ha especificado si ha recibido las tres vacunas pero se especula que así es.
Y aunque el príncipe de Gales, de 73 años, no contagió a su madre, sí lo hizo con Camila, su esposa, lo que generó críticas pues a pesar de que Carlos sí se aisló y canceló todo plan en su agenda, la duquesa de Cornwall no hizo lo mismo pues tenía el régimen de vacunación completo –siguiendo el protocolo vigente en Inglaterra–.
Este año será extenuante para la reina, pues la primera semana de junio comenzarán las celebraciones por su Jubileo de Platino, que marca 70 años en el trono de la Gran Bretaña.