El pasado 6 de febrero Isabel II celebró el comienzo de los 70 años de su reinado. Normalmente, es una fecha que pasa en privado y sin gran celebración pues marca también el día en que falleció su padre, el rey Jorge VI, en 1952. Por ello, la monarca prefiere que sus festejos sean trasladados, cada año, a la primera semana de junio.
Los tres tributos “escondidos” de Isabel II: a su padres y a su esposo
Sin embargo, por ser éste el Jubileo de Platino, sí pudimos ver a la reina, al menos en dos ocasiones: una de ellas fue mediante un retrato publicado por Buckingham Palace y la segunda, durante una fiesta de té en honor a la importante fecha. Curiosamente, en ambas encontró la manera de rendir tributo a Jorge VI, su padre, a la Reina Madre y a su esposo, el fallecido duque de Edimburgo.
En el retrato oficial ofrecido por Buckingham Palace con motivo del inicio del Jubileo de Diamante se observa a la reina frente a su famosa caja roja, que contiene los documentos que revisa cada mañana, tal como lo ha hecho desde el comienzo de su reinado. En la imagen, tomada en Sandringham, se aprecia al fondo una fotografía de su padre, Jorge VI, de 1948, con un corgi. Fue precisamente en ese palacio donde su padre murió.
Otro detalle curioso aparece en la fotografía, y éste sugiere que la monarca rindió honor a su madre en tan relevante momento. Isabel II utiliza dos broches de diamantes en forma de hiedra que fueron un regalo que la Reina Madre le dio cuando cumplió 21 años.
Por otro lado, Isabel encontró la manera de tener presente a su esposo, el príncipe Felipe, quién murió apenas en abril pasado a los 99 años. Durante una pequeña fiesta de té llevada a cabo también en Sandringham, previo a su regreso a Windsor, la reina utilizó un bastón de madera que perteneció a su esposo, con el cual se apoyaba en sus paseos por la propiedad, en específico por el área de Dersingham Bog.
El autor Gyles Brandreth dijo al diario británico The Telegraph: “Reconocí el bastón de inmediato porque siempre estaba guardado dentro de una vasija junto a la puerta principal. Era del duque y es conmovedor que la reina haya comenzado a usarlo”, contó. Sin duda, debe ser una de las piezas más importantes para Isabel II en estos momentos, tomando en cuenta el gusto del duque por las caminatas en Sandringham y lo mucho que disfrutaba pasar tiempo en dicho lugar.