Las fiestas decembrinas son el momento perfecto para reunirse con la familia y los amigos, incluso, cuando hay suerte con aquellos a los que hace mucho tiempo que no se ve, y los royals también son parte de esa tradición, como es el caso de Charlène, princesa consorte de Mónaco, quien pudo reencontrarse con su esposo Alberto II y sus hijos Gabriella y Jacques.
El príncipe soberano, de 63 años, y los dos niños, de 7, tuvieron la posibilidad de ver a la ex nadadora, de 43, como lo había previsto Le Palais Princier en un comunicado en el que anunció que estarían con ella "durante las vacaciones de Navidad". La familia real monegasca acudió hasta el centro en el que ella se encuentra interna por voluntad propia para recuperarse.