Si la lucha contra el SIDA ha tenido una gran voz, esa fue la de la princesa Diana de Gales, quien con su ejemplo logró cambiar la actitud de la gente hacia dicha enfermedad.
Nadie podrá olvidar aquel abril de 1987, cuando Lady Di visitó el Hospital Middlesex de Londres y, ante los ojos del mundo entero, le tendió su mano a uno de los enfermos, John O’Reilly. Fue un hecho que sorprendió, ya que en aquel momento de la historia, los infectados eran aislados y apartados de la sociedad.