Este martes 16 de noviembre Isabel II volvió a ausentarse. La reina no asistió a la Asamblea Nacional de la Iglesia de Inglaterra que tenía agendada porque continúa en reposo por órdenes médicas.
La semana pasada se anuncio su insistencia por una lesión en la espalda, sin embargo, ya son varias las apariciones públicas que la monarca ha cancelado después de su hospitalización el 20 de octubre pasado.
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Su ausencia dio mucho de qué hablar, pues esta es la primera vez que la monarca se pierde el Sínodo General en sus 51 años de historia.
La reina compartió un mensaje sobre la Asamblea Nacional e incluyó una referencia a su difunto esposo, el príncipe Felipe, quien falleció en abril a la edad de 99 años.
"Es difícil creer que han pasado más de 50 años desde que el príncipe Felipe y yo asistimos a la primera reunión del Sínodo General. Ninguno de nosotros puede detener el paso del tiempo”, dijo al principio de su mensaje.
Isabel II felicitó a la iglesia anglicana por dar esperanza durante la pandemia por el coronavirus. “Por supuesto, en nuestra sociedad moderna rica en diversidad, el bienestar de la nación depende de la contribución de personas de todas las religiones y de ningún credo, pero para las personas de fe, los últimos años han sido particularmente duros, con restricciones sin precedentes para acceder al consuelo y la tranquilidad del culto público. Para muchos, ha sido un momento de ansiedad, de dolor y de cansancio. Sin embargo, el Evangelio ha traído esperanza, como lo ha hecho a lo largo de los siglos, y la Iglesia ha adaptado y continuado su ministerio, a menudo de nuevas formas como las formas digitales de adoración".
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Carlos, preocupado por su salud
Poco antes de arrancar una larga gira de visitas oficiales por Jordania, el príncipe Carlos no dudó en llamar a su mamá, Isabel II, para asegurarse de que su último período de recuperación ocurre con normalidad y sin complicaciones.
Hay que recordar que la soberana tuvo que cancelar de última hora su asistencia a los actos conmemorativos del llamado 'Remembrance Sunday', una ocasión solemne y muy especial para ella en la que tenía que presidir una jornada de recuerdo y homenaje a todos los caídos en los conflictos armados.
La monarca, que lleva varias semanas mostrando debilidad hasta el punto de ser hospitalizada, sufrió una torcedura en su espalda que le impidió acudir al evento, aunque fuentes del palacio de Buckingham aseguran que sus dolencias no son de gravedad.
"El príncipe de Gales quiso comprobar que la reina se encontraba bien antes de comenzar su viaje, y la propia reina le aseguró que no tenía nada de qué preocuparse. La reina se encuentra descansando en el castillo de Windsor y ahí permanecerá hasta que se recupere por completo. Los dolores de espalda pueden ser muy debilitadores, por lo que descansar es lo mejor que puede hacer", señaló una fuente al Daily Mirror.