En últimas fechas, ha surgido cierta preocupación en Bélgica tras el creciente rumor de que el príncipe Gabriel, hijo de los reyes Felipe y Mathilde de Bélgica, podría haber iniciado una relación con la princesa Catalina Amalia de Holanda, quien está a punto de cumplir 18 años y, con ello, inicia oficialmente su papel de heredera al trono.
Amalia de Holanda y Gabriel de Bélgica: rumores de un nuevo amor real prohibido
De hecho, estos rumores no son nuevos. A finales del año pasado la revista argentina Mendoza Post difundió que la primogénita de la reina Máxima (de origen argentino) y el rey Guillermo de Holanda estaba enamorada y el afortunado era nada menos que Gabriel.
En ese momento se tomó como una noticia sin fundamentos porque no había fuente que confirmara el romance. Sin embargo, ahora vuelve a tomar fuerza: esta vez es la revista alemana Gala la que asegura que Amalia y Gabriel sí mantienen una relación, versión que, dicen, se la confirmaron varias fuentes.
Aún es pronto para confirmar la noticia. Mientras tanto, la revista Vanitatis ha entrevistado al experto en realeza belga Wim Dehandschutter para saber su opinión sobre esta supuesta nueva pareja real.
“Lleva ya unas semanas circulando en internet… Ciertamente no lo creo”, aseguró el periodista. “Gabriel comenzó (a estudiar) en septiembre en el National Mathematics and Science College en Warwickshire, en la región inglesa de West Midlands mientras Amalia se toma un año sabático que le permite viajar y estar fuera de casa más tiempo, sin embargo, creo que es difícil que estén juntos dada la distancia", explicó.
Es verdad que Amalia y Gabriel se conocen, ya que ambas Casas Reales mantienen relaciones cercanas desde hace años, pero de ahí a que haya algo más que una relación diplomática está lejos de confirmarse.
Algunos medios han contactado al Palacio Real de Bélgica para tener una postura oficial, pero su respuesta dejó la duda al aire: “Se trata de asuntos privados y no estamos comentando sobre eso", lo que indicaría que están al tanto de las habladurías, pero que no pretenden desmentir o confirmar nada.
Wim Dehandschutter detalló, además, que este amor no podría ser porque en la Constitución de Bélgica existe una ley desde 1831 que prohíbe expresamente cualquier matrimonio de un miembro de la familia real belga con un miembro de la familia real holandesa.
La razón es simple: tras la revolución belga de 1830 en la que el país logró independizarse de Holanda (Países Bajos) se estableció dicha ley para evitar que llegara nuevamente al trono de Bélgica un holandés.
Aunque dicha ley se ha intentado derogar en varias ocasiones, en 1993, 2002 y 2003, hasta el momento sigue vigente y por ahora no parece que haya planes de hacer una enmienda constitucional para cambiarla.
Lo cierto es que en este supuesto caso, no sería Amalia quien llegaría a Bélgica a reinar, sino que sería Gabriel el consorte de la reina en Holanda y él ganaría cierto poder en dicho país, en donde no hay ley que impida su unión.