Mientras que oficialmente se sabe que desde mayo la princesa Charlène, de 43 años, se encuentra en Sudáfrica recuperándose de una fuerte infección en los senos paranasales tras ser diagnosticada cuando se encontraba de viaje en su país natal, varios medios informan que la esposa del príncipe Alberto de Mónaco está ahí desde marzo.
Cualquiera que sea el caso, ya son muchos meses separada de su familia, sobre todo de sus hijos (a quienes solo ha podido ver en dos ocasiones durante su convalencencia), a quienes extraña inmensamente, según ella misma ha declarado en una reciente entrevista.