La duquesa de Sussex, Meghan Markle, no dudó en compartir su experiencia personal sobre las dificultades y retos que representa la maternidad, especialmente para los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
El llamado de Meghan Markle a Nancy Pelosi y Chuck Summer del Congreso de EU
De hecho, tras el nacimiento de su segunda hija, Lilibet Diana, fruto de su matrimonio con el príncipe Harry de Inglaterra, la actriz vivió ese típico choque de sentimientos encontrados: por un lado la felicidad por haber dado a luz a una preciosa niña y, por otra parte, del estrés y la presión derivadas de su crianza diaria.
El verdadero objetivo de su revelación, como ha señalado ella misma, es su deseo de persuadir a los líderes del Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi y Chuck Summer, presidenta de la Cámara de Representantes y líder de la mayoría demócrata en el Senado, respectivamente, para que aboguen por nuevas leyes que faciliten a los padres y madres la conciliación del trabajo y la vida familiar. Además de ampliar los periodos de baja por maternidad y paternidad, Meghan pretende que sean debidamente remunerados.
"Mi marido y yo dimos la bienvenida a nuestro segunda hija el pasado junio. Como muchos padres, nos invadió una gran felicidad, y como tantos otros sentimos lo que implica verse abrumados ante tamaña responsabilidad. Sin embargo, y como le ocurre a muy pocos padres, ninguno de los dos tuvimos que enfrentarnos a la cruda realidad de tener que decidir si pasábamos esos primeros meses tan decisivos de la vida de nuestro bebé con ella o de vuelta en el trabajo. Sabíamos perfectamente que, a diferencia de tanta gente, nosotros no tendríamos que preocuparnos de esas elecciones imposibles que obligan a dar prioridad a ciertos aspectos vitales por encima de otros, como la asistencia sanitaria, el empleo o la crianza", dice un extracto de la nota que Meghan Markle ha enviado al Congreso.
La que fuera protagonista de la serie 'Suits' escribe su carta desde su condición de "madre y ciudadana comprometida", especialmente involucrada en una causa que, a su juicio, no debería ser objeto de lucha partidista y sí contar con el reconocimiento y la implicación activa de todos los representantes públicos, con independencia de ideologías e incluso de enfoques dispares en relación con el gasto público.
"Se trata de poner a las familias por encima de la política. Y para variar, parece que es algo en lo que todos estamos de acuerdo. En un momento en el que se dice que estamos divididos por todo, es refrescante ver que podemos compartir un propósito que nos mantenga unidos", asegura la duquesa.