El príncipe Carlos tiene, desde los 21 años, un Aston Martin que ha logrado que se modifique para que utilice un combustible a base de desechos porque, de otro modo, asegura que habría dejado de conducirlo por una cuestión de conciencia medioambiental.
La protección y preservación del medioambiente es uno de los pilares de la labor social y humanitaria del príncipe Carlos desde hace décadas. En su última entrevista con la BBC, el heredero al trono británico ha confesado que comprende perfectamente y comparte hasta cierto punto la "frustración" de los activistas más jóvenes y combativos como Greta Thunberg, aunque considere que no resulta útil expresarla de formas que les enemiste con parte de la sociedad.