Una seguidora y amiga desde hace décadas del rey emérito Juan Carlos de España, Laurence Debray, lanzó un libro en el que habla de la caída del monarca español tras sus problemas financieros, mismos que lo obligaron a abdicar en favor de su hijo, el actual rey Felipe VI, en 2014, y a autoexiliarse en Abu Dabi desde el 3 de agosto de 2020.
“Tengo que pensar en mi funeral”, Juan Carlos de España 'habla' desde Abu Dabi
Aunque eso sí, en este libro, Laurence no habla mucho de los problemas financieros de Juan Carlos, quien actualmente está siendo investigado por la justicia española y suiza por múltiples escándalos.
Lo que sí cuenta la escritora francesa en Mon Roi déchu (Mi rey caído), disponible en Francia a partir de este miércoles 6 de octubre -a España llegará en un mes-, es sobre su reciente reencuentro con Don Juan Carlos, a quien visitó en su residencia en la isla de los Emiratos Árabes: “Siempre le gustó el riesgo. Hasta el punto de aceptar recibirme", comenta sobre la alegre reunión entre ambos, pues Laurence Debray asegura que se han mantenido en contacto constante.
Entre las cosas que revela Laurence es el evidente cambio físico del rey emérito: “...el rey ya no tiene la cara hinchada por los medicamentos. Sus manos siguen tan finas y limpias como siempre. Se ve sereno y tiene un rostro sano y ligeramente bronceado. Lo único que me llama la atención son sus ojos. Si antes eran de un azul deslumbrante, ahora sus pupilas están rodeadas de gris claro. El tiempo desvanece los colores. Afortunadamente, su risa infantil, franca, gentil, ilumina la habitación de vez en cuando [...]. Como para señalar que su fuerza vital permanece intacta a pesar de los imprevistos del destino", cuenta sobre su impresión al verlo en persona.
Y fue el mismo Juan Carlos quien le confirmó que había bajado de peso: “He perdido 12 kilos”. Algo que ella misma notó tan solo verlo, pues relata: “El rey no viste de rey. Ni siquiera lleva camisa. Claramente, el confinamiento ha tenido un impacto en la forma de vestir de todos. Lleva una playera blanca demasiado grande, chaleco, pantalones de lona y zapatos negros. Podría confundirlo con un turista estadounidense, o un banquero retirado de Manhattan que se encuentra en Florida. No sé si su playera es demasiado grande o si ha perdido mucho peso”.
Sobre su estado de salud, parece que no va mejor, pues la periodista asegura que la debilidad física también se percibe: “Se levanta dolorosamente y camina inseguro con un bastón”, lo anterior provocado porque en 2018 tuvo una cirugía de sustitución de prótesis en su rodilla derecha, misma que fue implantada en 2013, y que ahora le reduce movilidad.
De hecho, uno de los temas durante su encuentro fue el funeral del duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, que ocurrió en abril pasado. “Soberbio, realmente muy emocionante y elegante”, fue el sentir de Juan Carlos, lo que lo llevó a comentar: “El entierro de mi padre fue muy bonito. Mientras tanto, tengo que pensar en el mío”. Y, en ese momento, Debray le pregunta al respecto: “¿España le organizará un funeral a su medida? ¿Quién irá?”.
Lo que deja en claro la escritora es que, a pesar de la distancia, Juan Carlos sigue añorando España, tanto así que no se pierde la misa diaria que se celebra en la capilla del palacio de la Zarzuela y que se transmite remotamente.
Y es que, a pesar de sus 83 años, parece que el rey emérito está “a gusto con su tablet, el WhatsApp y el Zoom”, pues son su medio para estar en contacto diario con amigos y familiares.
Lo que más extraña es “la comida” pero gracias a un “cómplice” puede tener jamón serrano regularmente.
Sobre si regresará pronto a España, el futuro es incierto, aunque ella le recuerda: “Nada le impide volver, ninguna imputación, ninguna condena. No es un exiliado sino un expatriado, por tiempo temporal e indefinido”.
Recordemos que hasta la fecha, a pesar de las múltiples investigaciones en contra de Juan Carlos, él no ha sido imputado de ningún delito.