La reciente investigación Pandora Papers, que se destapó hace unos días y que tiene como propósito revelar los nombres de personas de interés público beneficiadas, ilegalmente, de sociedades offshore, ha dejado al descubierto que el rey emérito Juan Carlos I de España figuraba como uno de los beneficiarios de un fideicomiso manejado desde Nueva Zelanda, llamado Peregrine, y que pertenece a su ex amante, Corinna Larsen.
Juan Carlos I, involucrado en los ‘Pandora Papers’ por “culpa” de Corinna Larsen
En un escrito, supuestamente escrito por Larsen, se lee que, en caso de ella morir, “el 30% de todos los ingresos provenientes únicamente del Fondo de Inversiones Hispano Saudí” deberían ir a manos de “Su Majestad el Rey Juan Carlos I Borbón de Borbón, nacido el 5 de enero de 1938, residente en el Palacio de la Zarzuela de Madrid”. El documento tiene fecha de 2007, cuando ambos mantenían una relación bastante cercana.
En el escrito, que no cuenta con firma, también se aclara: “Tras la liquidación del Fondo de Inversiones Hispano Saudí, Su Majestad el Rey Juan Carlos I Borbón de Borbón ya no debería ser considerado beneficiario del fideicomiso”.
El documento termina diciendo: “Es mi intención que este memorando que expresa mis deseos permanezca en vigor hasta que sea cancelado o modificado por mi propio escrito. En caso de mi muerte, quisiera que tuviera en cuenta los deseos de las personas mencionadas anteriormente. El contenido de este documento no debe ser divulgado a terceros y debe considerarse en todo momento como un asunto privado entre nosotros. Atentamente”.
Además, se encontró un aparente borrador del documento, redactado minutos después y casi idéntico al anterior pero, según informa el diario español El País, en él ya no figura el nombre de Juan Carlos I como beneficiario, en su lugar se lee “Mister X”.
Por si lo anterior no fuera extraño, también el nombre del rey emérito aparece en el artículo 18 del documento sobre los estatutos del fondo fiduciario Peregrine junto al de los dos hijos de Corinna Larsen, Anastasia Adkins y el príncipe Alexander zu Sayn-Wittgenstein-Sayn. En este artículo se especifican los derechos y obligaciones de los beneficiarios, pero el documento tampoco está firmado.
Lo que se sabe de este Fondo de Inversiones Hispano Saudí es que la alemana Corinna Larsen participó en su creación en 2007. Dicho proyecto había sido anunciado en abril de 2006, durante el viaje oficial que los entonces reyes de España, Juan Caros y Sofía realizaron a Riyadh, capital de Arabia Saudí.
Dichas inversiones fueron gestionadas por el fondo británico Cheyne Capital y la empresa suiza Arox Infraestructures. Su finalidad era invertir en obras públicas en dicho país, cuyo proyecto más emblemático fue el AVE a La Meca, y así mejorar la relación entre ambos países.
“Necesitábamos mejorar las relaciones de España con Arabia Saudí, nuestras inversiones allí eran muy pequeñas y aquí ya disponíamos de grandes compañías. El rey dijo ‘Tenemos que hacer algo’. Y decidimos crear un fondo de los dos países que garantizara las inversiones futuras. Era una gran oportunidad en la que los saudíes representarían la parte mayoritaria. Fue una iniciativa conjunta de Exteriores, la Casa Real y el Ministerio de Comercio”, explicó a El País un exministro del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que participó al inicio del proyecto.
Sin embargo, dicho fondo de inversión se disolvió en 2010: “Fallaron los saudíes. Pusieron al frente a un hombre que no cumplió su cometido. Al no alcanzarse la cifra estimada se disolvió”, reveló un ministro del Gobierno español.
Sabemos que actualmente el rey emérito Juan Carlos está siendo investigado por las justicias española y suiza por múltiples escándalos financieros. Sobre todo, es investigado por haber cobrado una comisión de 65 millones de euros (75 millones de dólares) por la construcción, en 2011, de una línea ferroviaria de alta velocidad en Arabia Saudí.
A pesar de ser objeto de varias investigaciones judiciales, Juan Carlos vive alejado de los focos mediáticos en la isla paradisíaca de Nurai, en los Emiratos Árabes Unidos. El rey Felipe VI se distanció de su padre y le retiró su asignación anual, de unos 200 mil euros (231 mil 690 dólares), tras haber renunciado a la herencia de su padre.
Por su parte, el abogado de Corinna Larsen en Londres, Robin Rathmell, ha asegurado por medio de un comunicado que los documentos son falsos: “Circulan rumores infundados de que Juan Carlos era beneficiario de una estructura relacionada con Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Estos rumores se originaron a partir de documentación falsificada. La evidencia que demuestra que estos documentos fueron fabricados se presentó ante las autoridades suizas en 2019. Esto también se tratará como parte del caso de acoso que mi cliente está siguiendo en Inglaterra contra Juan Carlos”.
La supuesta carta con las indicaciones sobre los beneficiarios del fideicomiso está dirigida a Bachman Trust Company (New Zealand) Limited en Auckland, empresa que gestionaba el fideicomiso Peregrine de Larsen. Y, a su vez, dicha empresa neozelandesa pertenecía a la compañía suiza Ardel Trust Company en Ginebra, que se encarga de administrar fondos, fideicomisos y empresas offshore.
Por último, el reportaje de El País asegura: “Además, Bachman Group Ltd contaba con oficinas en Guernsey (paraíso fiscal en las islas del canal de la Mancha), Suiza y el Reino Unido”.