Apenas el mes pasado se dijo que el príncipe Harry había dejado claro, durante su última visita a Reino Unido a finales de junio, que deseaba que su hija Lilibet Diana Mountbatten-Windsor fuera bautizada en Windsor con todos los protocolos reales.
De hecho, se sabe que ningún miembro de la familia real que no haya sido bautizado en Reino Unido podría ocupar el trono en un futuro, por esa razón se creía que los duques de Sussex deseaban que el bautizo se celebrara allá.