La postura oficial de la monarquía británica acerca de la serie The Crown, que documenta distintas etapas del reinado de Isabel II, ha sido básicamente ignorar su existencia.
En las pocas ocasiones en que un royal se ha visto en la situación de responder a una pregunta acerca del popular drama de Netflix, su contestación automática siempre ha sido afirmar que no lo ha visto para zanjar el tema lo más rápido posible.