El príncipe Harry y Meghan Markle, de 36 y 39 años respectivamente, han sido premiados por su decisión de no tener más de dos hijos, misma decisión que tomaron antes del nacimiento de su pequeña Lilibet el pasado mes de junio.
En 2019, después del nacimiento de su primogénito Archie, el príncipe Harry le confesó a la doctora Jane Goodall que no se planteaba formar una familia numerosa por cuestiones medioambientales y que, tanto su esposa como él, habían acordado tener "un máximo" de dos hijos para no contribuir al agotamiento de los recursos de nuestro planeta.