Aunque pudo no tener una infancia muy feliz, como ella misma lo contaba, sin duda intentó como adulto dar todo el amor que a ella le faltó de niña, a los suyos pero también a desconocidos por igual.
No podemos olvidar las imágenes de Diana de Gales mostrando en público lo mucho que amaba a sus hijos, William y Harry, a quienes llenaba de besos y abrazos cada que podía, jamás le importó cuidar su imagen "de realeza" ante los demás.