Hasta ahora los miembros de la monarquía británica han preferido guardar silencio ante las explosivas revelaciones que han hecho Harry y Meghan acerca de su vida tras su enlace de 2018 y hasta abandonar Reino Unido. Como era de esperar, desde el palacio de Buckingham se difundió un comunicado tras la emisión de su entrevista con Oprah asegurando que todos lamentaban escuchar lo difícil que había sido la experiencia de los duques de Sussex y que los problemas de racismo que ambos habían mencionado se abordarían en privado.
El inesperado aliado de Meghan y Harry en Buckingham
Al margen de unas declaraciones del príncipe William un día más tarde, en las que afirmó de forma tajante que su familia no era racista, el resto de royals han guardado silencio. Sin embargo, el príncipe Eduardo -el hijo menor de la soberana Isabel II- se saltó esta norma en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense CNN, en la que no se ha andado con rodeos cuando han tratado de preguntarle con sutileza acerca de "las desavenencias que innegablemente existen" en el seno de La Firma.
"¿Está usando un eufemismo para referirse a Harry y Meghan?", ha sido su respuesta inesperadamente directa, que viene a demostrar que no le da miedo hablar claro.
Eduardo -que está casado con la condesa Sofia de Wessex y tiene dos hijos, Lady Louise Windsor y James, vizconde de Severn- ha insistido en que su sobrino y su esposa cuentan con su máxima simpatía porque cualquiera de sus familiares es capaz de comprender en mayor o menor medida por lo que han pasado.
"Es muy triste. Por extraño que parezca, todos hemos afrontado lo mismo: todos hemos sufrido una intrusión y una atención excesivas en nuestras vidas. Todos lo hemos llevado de formas ligeramente diferentes y, de verdad, les deseamos la mejor de las suertes. Es una decisión realmente difícil... Es difícil para todos, pero, como he dicho, eso es lo que sucede en las familias", agregó.