La reina Máxima de Holanda habla de la dura tragedia que enfrentó su familia

En el Palacio Huis ten Bosch, en una mesa redonda y a sus espaldas ventanales que dan al jardín, Máxima platicó con el periodista y presentador de televisión Matthijs van Nieuwkerk acerca de uno de los mayores dolores para su familia; la pérdida de su hermana menor Inés.

Fue el 7 de junio de 2018 cuando Inés Zorreguieta fue encontrada sin vida en su departamento en la capital de Argentina, con apenas 33 años. Las autoridades policiales reportaron que se trató de un suicidio, lo que dejó a la familia de la reina sumida en un profundo dolor.

Máxima tenía especial cariño por su hermana, por lo que durante la entrevista se cuestionó a sí misma si se habría podido hacer algo más para ayudar a Inés, aunque sí aceptó que hicieron todo lo que estuvo a su alcance: "Intentamos guiarla lo mejor que pudimos, pero la realidad es que no somos profesionales.

"No estuvo bien los siete u ocho últimos años de su vida, pero no sabíamos cómo ayudarla. Padecía una depresión y un trastorno de la personalidad, y creyó que era la única salida, cuando tenía tanto talento y no podía verlo", aceptó la argentina, que ahora es más consciente de lo importante de tratar cualquier enfermedad mental a tiempo.

"Cuando alguien se suicida, no sólo hay tristeza y frustración, sino también miedo y vergüenza. Hay todo tipo de cosas involucradas por lo que es un poco más complicado que una muerte normal (…) Todavía hay mucho por hacer", expresó Máxima, quien ahora sonríe al recordar a su hermana, pero dijo que le costó mucho para hacerlo.

Las polémicas

En esta ocasión Máxima no evitó hablar de la crisis por la que pasó la corona cuando ella y el rey Guillermo decidieron no seguir las recomendaciones de no salir de los Países Bajos y trasladarse a Grecia, de lo que aceptó fue un "error de juicio que pareció poco solidario".

Quiso enfatizar que en el momento en el que viajaron aún estaban permitidos los desplazamientos y la intención real de la familia real: "Cuando decidimos irnos a Grecia fue con la idea de ir a nuestra propia casa, no hicimos nada más, y queríamos trabajar desde allí. Pensamos que sería posible".

Con respecto a la baja en su popularidad, después de la compra de un lujoso yate en plena pandemia, que costó dos millones de euros, la reina pidió que no se dejara de valorar el trabajo que su esposo realiza por su país por hacer esa compra que "lo deseaba de veras y creo que se lo merecía".