Desde que la reina Isabel II era una niña , ella misma se hacía llamar ‘Lilibeth’, porque era muy joven para pronunciar su propio nombre. Pero ahora, tras el fallecimiento del duque de Edimburgo, todo parece indicar que él fue el último miembro de la realeza en llamar así a la soberana.
La joven Isabel II usaba ‘Lilibet’ como su firma en las cartas, un ejemplo es una que escribió para su abuela, la reina María, donde usó el apodo. “Querida abuela. Muchas gracias por la preciosa casa de muñecas. Me encanta, y he desempacado el comedor y el pasillo. Con amor de Lilibeth”.