El príncipe William fue el primero en reaccionar públicamente a las acusaciones de racismo que Meghan Markle y el príncipe Harry hicieron en entrevista con Oprah Winfrey. El heredero al trono dejó en claro que ni él ni su familia son racistas, esto en respuesta a la revelación de la ex actriz, quien aseguró que un miembro de la familia hizo énfasis en el color de piel que tendría su bebé.
Semanas después de la explosiva entrevista, una fuente cercana reveló que el príncipe William quedó tambaleando al ver que Harry “torció” la verdad y ahora es incómodo para él hablar con su hermano menor, según informó una fuente cercana la revista Us Weekly.