A propósito del Día Nacional de la Reflexión en Inglaterra, el príncipe Harry contribuyó con un escrito muy personal en el prólogo de un libro infantil para ayudar a aquellos niños que, al igual que él, perdieron a su papá o a su mamá. La lamentable experiencia que vivió el príncipe fue cuando tenía 13 años, cuando su mamá, la princesa Diana murió en un accidente de coche en París, en 1997.
El duque de Sussex abrió su corazón una vez más sobre el tema con total honestidad, en este libro donde se narra de manera didáctica el duelo que vivió un niño que perdió a su mamá, una trabajadora de primera línea en un hospital, durante la crisis sanitaria por el Covid-19.