Luego de su entrevista con Oprah, Meghan y Harry se han vuelto uno de los temas en tendencia de los últimos días, sus explosivas declaraciones sobre el trato que la esposa del hijo menor de Lady Di recibió, le dieron rápidamente la vuelta al mundo. No obstante, la popularidad de la pareja también tiene severas complicaciones, como la preocupación constante de estar expuestos a algún tipo de ataque o agresión.
Para garantizar su seguridad, Meghan y Harry han tomado medidas radicales respecto a los temas de vigilancia, tanto para ellos, Archie y su casa.
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De acuerdo con un estudio que realizó Forbes, en el que incluyó a cuatro especialistas en dicha materia, los cuidados 24/7 para la familia del príncipe Harry ascienden hasta los tres millones de dólares anuales.
Los expertos en seguridad citados por dicha publicación comentaron que este cálculo sale del aproximado en cifras que otras celebridades invierten en materia de prevención de ataques y delitos.
Considerando la extensión de su hogar, ubicado en Montecito, y que tiene un total de casi 30 mil metros cuadrados, se estima que el cuerpo de elementos de seguridad debe ser extenso, y no debe limitarse a solamente personal, sino a dispositivos de seguridad tales como cámaras de largo alcance, monitores, radios e incluso drones.
“Ya pasó por perder a su madre debido a la falta de evaluación de riesgos en esa situación”, dijo D-Teflon de APA Celebrity Protection Group, el apodo preferido del actor y productor que proporcionó seguridad a celebridades como Justin Timberlake, 50 Cent y Kiefer Sutherland, refiriéndose a la persecución por parte de los paparazzi de la princesa Diana que precedió al fatal accidente automovilístico en 1997. “Entonces él tiene que pensar una cosa: ‘¿quiero que mi esposa y mi hijo pasen por la misma suerte?'”.
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Por su parte, Kent Moyer, director ejecutivo de The World Protection Group, una firma de seguridad ubicada en Beverly Hills, aseguró que el príncipe Harry cometió un error de novato al comprar la propiedad a su nombre, haciendo que la dirección de la familia esté disponible a través de registros públicos.
Pero eso no es todo, pues también se requiere de una gran inversión en trabajos de inteligencia y constantes pruebas al personal previamente contratado, pues de acuerdo a Moyer, muchas veces la principal amenaza se localiza dentro de los elementos de seguridad, que muchas veces intentan sabotear a las compañías que los contratan y se sienten tentados a cometer algún delito en contra de las familias que deben proteger.