El comentario que consiguió afectar tanto a Meghan fue acerca de los atuendos que lucieron las niñas de las flores en la ceremonia y, en aquel momento, le pareció que Kate debería haber mostrado más tacto sabiendo la presión a la que ella estaba sometida y que además acababa de descubrir que no contaría con la presencia de su padre Thomas Markle en su gran día, porque se había filtrado que él había pactado varios posados con los paparazzi.
"La semana de la boda fue muy dura, y ella estaba molesta por algo. Pero lo asumió, y se disculpó, y me trajo flores y una nota disculpándose. Hizo lo que yo haría si supiera que he hecho daño a alguien, asumir la responsabilidad por ello", reveló la duquesa de Sussex.
Aunque Meghan insiste en que la perdonó de corazón, aun así le dolió ver que la historia se había filtrado a la prensa y que la retrataba como la mala de la película: "Nunca hubiese querido que eso saliera a la luz, aunque hubiera sucedido de verdad. Me esforcé para que nunca saliera a la luz", aseguró. "Lo que fue difícil de superar fue que me culparan por algo que no solo no hice, sino que me pasó a mí. Y que las personas que formaron parte de nuestra boda tuvieran que acudir a nuestro equipo de comunicación para asegurarles: 'Sé que eso no ocurrió así'".