Sineenat Wongvajirapakdi, concubina del rey de Tailandia cumplió 36 años este martes, para la gran celebración protagonizaron una ceremonia budista en la que ambos, vestidos con estrechas casacas azules y protegidos por el sol con sombrillas ceremoniales.
Además, como parte del festejo se liberaron algunos pájaros y peces en el muelle real de Bangkok, pero al parecer el rey le tiene preparado un regalo aún más significativo, ¿de qué se trata?
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De acuerdo con el diario alemán, Bild, el monarca tiene planeado nombrar a su concubina como su segunda reina consorte, un título sin precedentes en Tailandia, eso quiere decir que Sineenat Wongvajirapakdi tendrá que compartir su rango con la reina Suthida, quien es la esposa de Rama X desde mayo de 2019.
El rey de Tailandia acababa de cumplir 76 cuando contrajo matrimonio con Suthida y solo tres meses después de la boda, le dio el título de consorte real durante una ceremonia presidida junto a la reina.
¿Cómo llegó Sineenat a la corte real?
Sineenat inició su carrera profesional como enfermera y tras conocer al rey Rama X entró a la corte real, donde escaló varios puestos hasta que se convirtió en general de las fuerzas armadas, una historia muy similar a la de Suthida, antes de ser reina.
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Pese a su ascenso triunfal, en octubre de 2019, Sineenat fue repudiada en público por el rey, luego de ser acusada de deslealtad y desobediencia. A través de un comunicado, el rey de Tailandia la culpó de haber pretendido conseguir el mismo título que ahora podría recibir por su cumpleaños, para convertirse en la reina Suthida.
“La consorte real es desagradecida y se comporta de un modo impropio. Tampoco está satisfecha con el título que le ha sido otorgado, haciendo todo lo posible para elevarse a la altura de la reina”, decía el comunicado.
Tras el comunicado, la concubina salió de la vida pública y de inmediato algunos medios incluso especularon que la mujer había muerto, pero en agosto del año pasado el rey la perdonó y Sineenat abandonó la correccional femenina en la que había estado encarcelada para reintegrarse a la corte tailandesa, y luego durante la pandemia de coronavirus alojada en un hotel de lujo en Baviera.