Gran parte del confinamiento, el príncipe William y Kate Middleton se resguardaron en su casa de campo Anmer Hall, en Norfolk, desde donde atendieron sus compromisos reales y la crianza de sus tres hijos George, Charlotte y Louis, pero, al parecer, el espacio de la propiedad no era suficiente y por esa razón la reina Isabel II les cedió su residencia de invierno.
Y es que luego de que el gobierno británico informara sobre un nuevo cierre tras el repunte de casos de coronavirus, las clases presenciales de los príncipes tuvieron que ser suspendidas, por lo que ahora los duques de Cambridge retomarán la educación a distancia.