Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, debería saber en dos semanas si su demanda contra el diario británico Daily Mail se resuelve con un "juicio sumario" o por el contrario tiene que exponerse en otoño a un proceso potencialmente explosivo.
La ex actriz de 39 años, acusa a la empresa editora Associated Newspapers -que publica el Daily Mail, el Mail Online y su versión dominical Mail on Sunday- de violar su privacidad al publicar extractos de una carta manuscrita enviada en 2018 a su padre, Thomas Markle, con el que mantiene una relación muy tensa.
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Intentando evitar un proceso altamente mediático, sus abogados solicitaron un "juicio sumario", trámite que en el derecho anglosajón permite resolver un caso sin juicio. Tras escuchar durante dos días los argumentos de las partes a favor y en contra, el juez Mark Warby afirmó que intentará tener resulto el tema "en dos semanas".
De su decisión dependerá si ocurren dos nuevos escenarios. Según la defensa de Associated Newspapers, cuatro ex empleados de los duques de Sussex, incluido su ex jefe de comunicación Jason Knauf, que contribuyó a la redacción de la carta, podrían "dar algunas aclaraciones" sobre lo ocurrido.
Además, si el magistrado falla a su favor, el caso estará terminado y sin posibilidad de apelación. Pero si la duquesa Sussex pierde , habrá un juicio completo que podría llevarlos a ella y a su padre a testificar ante el tribunal.
En una declaración escrita al juez, publicada el martes de esta semana, el polémico Thomas Markle, de 76 años, aseguró que la carta de su hija "no era un intento de reconciliación" sino "una crítica a mí".
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"La carta no decía que me amaba. Ni siquiera preguntaba cómo estaba yo. No mostraba preocupación por el hecho de que yo había sufrido un ataque al corazón y no hacía preguntas sobre mi salud", afirmó.
"En realidad señalaba el fin de nuestra relación", aseguró, dando un anticipo de lo que podría ocurrir si ambos se enfrentaran en un juicio.
Un proceso podría además hacer salir a la luz detalles comprometedores sobre la vida del nieto de la Isabel II y su esposa , primer miembro mestizo de la familia real británica, que nunca ocultó sentirse a disgusto entre los rigores protocolarios de la monarquía británica.