Durante las recientes protestas en Bélgica a causa de la muerte de un joven de origen subsahariano, quien fue detenido el sábado pasado en un control policial y perdió la vida dentro de la comisaría, el rey Felipe apareció por casualidad en el lugar .
En la concentración estuvieron alrededor de 500 personas que lanzaron consignas antirraciales, aunque al principio todo fue pacífico y en calma, poco a poco comenzaron a encenderse los ánimos.