La seguridad de la monarca británica, esa que fue transgredida —como vimos en la más reciente entrega de la serie de Netflix, The Crown— en el propio Palacio de Buckingham, es ahora más sofisticada, pero al mismo tiempo llena de curiosidades, y no sólo la de ella sino también la de todos los miembros de la Casa de Windsor.
Para evitar que alguien pudiera ingresar de forma ilegal a la señal del equipo de seguridad de la british royalty, lo que significaría que sabrían dónde están y cuáles serían sus próximos movimientos, el equipo que los cuida y ellos mismos han optado por utilizar nombres en clave que llegan a ser muy chistosos o rebuscados.