En septiembre de 2017, la princesa Mako de Japón, sobrina del emperador Naruhito anunció su compromiso con Kei Komuro, y aunque tanto su tío como sus papás, el príncipe heredero Ashikimo y Kiko Kawashima, dieron su consentimiento para el matrimonio, Mako rompió varias tradiciones y protocolos al haberse comprometido con un plebeyo y deberá cumplir con ciertas condiciones para poder casarse.
Tal y como lo marca la ley japonesa, Mako tuvo que renunciar a su estatus real y, a pesar de ello, tres años después de su compromiso todavía no han podido darse el '¡Sí, acepto!', pero los planes de boda siguen en pie, según informó el papá de la novia, hermano menor del emperador Naruhito.