Este miércoles la duquesa de Sussex reveló en una columna al New York Times, que en julio pasado sufrió un aborto espontáneo del que iba a ser su segundo hijo en común con el príncipe Harry y aunque, llevan fuera de la familia real cerca de ocho meses, una fuente cercana a la familia real se expresó al respecto cuando conocieron la noticia.
Aunque no lo hicieron de manera pública, la fuente dijo a la revista People que "hay mucha tristeza", pero cuando el medio antes mencionado trató de ponerse en contacto los portavoces del príncipe Carlos y del palacio de Buckingham ambos expresaron que era un tema muy personal y por esa razón, se limitaban a hacer cualquier comentario.