Hace dos semanas, como lo informamos en Quién, un juez emitió su veredicto respecto a que Delphine Boël, hija ilegítima —pero reconocida del rey emérito Alberto II de Bélgica—, debería tener el privilegio de sus hermanos con el tratamiento de alteza real, usar el apellido Sajonia-Coburgo-Gotha y ser llamada princesa.
Ahora, tras ese triunfo, la artista, quien vive en Londres, logró otro éxito que nadie se esperaba. Tras darse a conocer el fallo legal, Delphine ofreció una conferencia de prensa en la que, lágrimas incluidas, aceptó que estaría encantada sí la Casa RealSajonia-Coburgo-Gotha quería incluirla esporádicamente en su agenda.
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En aquel momento la situación perecía más un sueño, pero que hoy se convirtió en realidad con la publicación de la fotografía que abre este artículo, en la que se puede ver a Boël al lado de su medio hermano y actual monarcade Bélgica, Felipe, quien la recibió como miembro de la familia real.
El viernes 9 de octubre nos encontramos por primera vez en el Castillo de Laeken. Fue una reunión cálida. Esta extensa y especial conversación nos dio la oportunidad de conocernos. Hablamos de nuestras propias vidas y nuestros intereses comunes. Este vínculo seguirá desarrollándose en un contexto familiar
Se puede leer en el comunicado que firmaron en conjunto su alteza real la princesa Delphine y su majestad el rey Felipe de Bélgica. Con esto queda claro que los hermanos quieren normalizar la presencia de ella dentro del seno de la familia real y que la convivencia podría seguir.
El sitio elegido para el encuentro nos dice que fue el rey Felipe quien lo propició y por la ropa que visten ambos, también se puede pensar que no fue una reunión premeditada. En un análisis de la imagen, se observa que su majestad está un poco tenso, con los brazos neutrales, mientras que la princesa sonríe más, pero ocultó sus manos en los bolsillos.
De acuerdo con los expertos, asegura el sitio español Vanitatis, este tipo de posado indicaría que Boël tiene cierta desconfianza o incluso falta de interés en la situación que está viviendo. Esta imagen deja aún más preguntas en el aire; la primera es saber si Delphine ya conoció también a sus hermanos Laurent y Astrid.
La segunda y aún más importante por el simbolismo que tendría: ¿veremos pronto un posado entre la princesa y su papá el rey emérito Alberto II? Eso el tiempo lo dirá. Por el momento, su alteza real ha mostrado un comportamiento alejado al habitual de la realeza mundial al llorar en público.
Fue durante la conferencia de prensa que ofreció después de que se le reconoció como miembro de la familia real belga; Delphine "se quebró" cuando los periodistas le preguntaron por el apoyo que recibió de su esposo desde que inició todo este proceso, en 2013.
Reveló también que sus hijos, sus altezas reales la princesa y el príncipe Josephine y Oscar "han intentado" escribirle a su abuelo materno sin obtener respuesta, pero ya no les pedirá que lo busquen. Además dijo que se siente "libre y feliz" y que será "la misma de siempre" y continuará con su "profesión artística".
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