Cuando Meghan Markle y el príncipe Harry se convirtieron en papás de Archie Harrison, el 6 de mayo de 2019, la royal couple rompió con varias tradiciones de la familia real, como el posado afuera del hospital o la ceremonia de bautizo del bebé, y es que, siempre quisieron que su hijo tuviera una infancia lo más normal posible y ahora, que viven alejados de la familia real el duque de Sussex reafirmó este deseo.
Durante su encuentro con la activista Malala Yousafzi a propósito del Día Internacional de la niña, el príncipe hizo énfasis en que gracias a que están confinados pudieron estar presentes en los primeros pasos de Archie, de otra manera estarían viajando todo el tiempo o incluso trabajarían más, según comentó Meghan.