Kate Middleton, esposa del príncipe William, sorpendió este martes con su ‘regreso’ a la universidad, pero no para retomar esa etapa académica en la que conoció a su ahora marido y futuro monarca del Reino Unido.
Y es que la duquesa realizó una visita oficial al campus de la ciudad de Derby para charlar con los alumnos que acaban de empezar su nueva etapa estudiantil en medio de la actual pandemia de coronavirus, con los inconvenientes y retos que todo ello ha generado.
Durante su tiempo con los estudiantes, la nuera del príncipe Carlos se interesó mucho por sus necesidades más básicas, preguntándoles por ejemplo si se encontraban "bien atendidos" e incluso "alimentados", pero sobre todo ha hecho hincapié en la necesidad de cuidar más que nunca la salud mental en esta coyuntura sanitaria que produce tanto miedo, preocupación e incertidumbre.
La duquesa se reunió también con representantes estudiantiles de las asociaciones psicológicas que operan en el ámbito universitario, siendo una de las más notables 'Student Minds', para evaluar el nivel de concienciación que tienen los jóvenes sobre los trastornos de corte anímico y emocional que pueden desarrollarse en estos caóticos tiempos.
Posteriormente, y sin importarle demasiado la lluvia que caía sobre su paraguas, Kate charló un rato con los jugadores de fútbol del equipo universitario para conocer la forma en que las técnicas de refuerzo psicológico se habían "integrado" en todos los aspectos de la vida académica.
El look que la duquesa de Cambridge eligió para esta ocasión fue muy sobrio y discreto, en el que destaca un abrigo a cuadros que pertenece a la colección de otoño de Massimo Dutti y que aún puede encontrarse en la página web de la firma por un costo aproximado de 199 euros. A juego, Kate eligió un sueter de lana de cuello redondo de la misma línea, pantalón negro a la cintura y tacones también en color negro.
Un elemento que destacó en Kate, fue sin duda el collar que ha usado ya en más de una ocasión y que seguramente es uno de sus favoritos por el alto valor sentimental que la pieza debe de tener. Una cadena delgada de la que se desprenden tres dijes con las iniciales de los nombres de sus hijos: George, Charlotte y Louis.
