Desde la inauguración del Festival Internacional de Circo de Montecarlo, en 1974, Estefanía de Mónaco ha tenido una relación muy cercana con esta festividad anual y actualmente es la presidenta de honor, pero sus últimas declaraciones sobre la prohibición de animales en la carpa y su molestia sobre esta medida no fueron bien recibidas.
“Ya no es con silla y látigo. Son miembros de la familia. No son entrenados ni maltratados, simplemente son amados, alimentados, mimados. El circo ha cambiado”, dijo Estefanía en una entrevista con el diario local Monaco Matin, donde añadió que, en caso de prohibir los animales del circo, también habría que incluir a la ganadería o a los animales domésticos, que en algunas ocasiones son infelices en sus hogares o abandonados.