Una fuente cercana a Jack y Eugenia dijo al medio antes mencionado que los futuros papás quieren que su hijo tenga una vida ordinaria con un nombre ordinario, tal y como lo decidieron los duques de Sussex y principal motivo para mudarse a Estados Unidos.
“Incluso si la reina les ofreciera un título como regalo, Eugenia o Jack no desean que su hijo tenga un título, puede ser tanto una maldición como una bendición, y ella y Jack quieren que su hijo lleve una vida normal y, finalmente, trabaje para ganarse la vida. Los títulos realmente no les importan a Jack y Eugenia, solo quieren un niño feliz y saludable. Fue pensando para ellos [Ivy Cottage] como un hogar familiar y no tienen planes inmediatos de mudarse”, dijo una fuente del palacio real a Vanity Fair.
Pese a que la noticia de la llegada de un bebé a la familia es un motivo de felicidad, especialmente el embarazo de Eugenia no llegó en el mejor momento para su abuelo, el príncipe Andrés, quien tuvo que renunciar a sus deberes reales en noviembre del año pasado, tras dar una entrevista a la BBC y confirmar que tenía una amistad con el fallecido empresario, Jeffrey Epstein, acusado de explotación sexual a menores de edad.
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