En el verano de 2017, una misteriosa enfermedad cobró la vida de Friendly, una potra de dos años y su mamá Clunie de siete años, desde entonces, la reina Isabel II ha visto morir al menos cinco de sus amados ponis en la residencia de Balmoral. Sylvia Ormiston, la gerente de Balmoral confirmó a la revista British Horse Society que la Enfermedad de los pastos equinos (EGS) había provocado la muerte de estos ejemplares, en los años recientes.
Después de las dos primeras, se registró el deceso de Omar, quien tenía tan solo tres años y en la primavera de 2018 dos de los sementales más jóvenes Balmoral Lord y Balmoral Hercules también murieron por la misma razón, ante la delicada situación la finca decidió detener su programa de cría.