En condiciones normales, una vez que terminan sus vacaciones de verano en Balmoral, el duque de Edimburgo se queda en Wood Farm, su finca en Sandringham, mientras la reina Isabel II vuelve a sus compromisos en Windsor, sin embargo, en este año atípico año esta tradición también se vio afectada y es que, debido a la falta de personal, es imposible crear dos espacios seguros y libres de Covid-19 al mismo tiempo.
Una fuente cercana al palacio dijo al diario británico The Sun que “tenía más sentido mantener unida a la pareja real para protegerlos del coronavirus”. Según el informante, la soberana de 94 años y su esposo llegarán a Sandrigham esta semana para descansar 15 días antes de volver al castillo de Windsor, donde se mantuvieron en confinamiento tras la pandemia.