La reina Isabel II habría tenido que lidiar durante sus primeros años de vida, al menos según el nuevo libro biográfico The Governess, con determinados síntomas de lo que podría haberse diagnosticado, tanto en su momento como en la actualidad, como un trastorno obsesivo-compulsivo en toda regla.
El TOC que Isabel desarrolló cuando era niña, dice mucho de su personalidad
La citada obra, centrada en la fascinante vida de una de sus tutoras de la infancia, Marion Crawford, revela además un episodio concreto en el que la entonces princesa habría asegurado sin titubear que el escrupuloso orden de sus lápices respondería a la necesidad de sentirse "segura".
"Marion, cuya formación estaba muy vinculada a la psicología infantil, se dio cuenta de que estaba siendo testigo de compulsiones obsesivas. En un ambiente tan encorsetado y regulado no esperaba encontrar algo así", escribe la autora Wendy Holden acerca de una escena tras la que Marion no tardó en preguntar a la joven Isabel sobre su estricto sentido de la organización.
"'¿Por qué haces esto?'. La princesa elevó entonces la mirada, fijó sus dulces ojos azules en ella y le respondió: 'Porque me hace sentir segura'. '¿Segura?', exclamó Marion con incredulidad", dice otro extracto de tan llamativo pasaje.
Curiosamente, en esa época el papá de la ahora soberana, el rey Jorge VI, todavía no era consciente de que acabaría accediendo al trono como consecuencia de la abdicación de su hermano mayor Eduardo VIII, quien hizo cuanto estuvo en su mano para poder contraer matrimonio con Wallis Simpson.