Esta semana por fin se confirmó uno de los rumores que más sonaban sobre el futuro de Meghan Markle y el príncipe Harry en su nueva vida en Estados Unidos: producirán contenidos para Netflix. Sin embargo, hasta ahora se reveló que la reina Isabel II no sabía que su nieto firmaría un jugoso contrato por 150 millones de dólares para producir documentales, cortometrajes y programas infantiles con la plataforma de streaming.
"Harry no le informó a la reina sobre el acuerdo de Netflix", dijo una fuente cercana del palacio al diario británico The Sun.
"Su majestad es muy consciente de los peligros de cuando los miembros de la realeza se involucran en proyectos lucrativos: el fracaso de la producción del príncipe Eduardo y algunos de los acuerdos que Sarah Ferguson ha firmado a lo largo de los años, por nombrar algunos”, dijo la fuente al medio.