La aterradora historia de la casa vecina de la mansión de Meghan y Harry

Stanley tenía obsesiones sexual, mostraba episodios de violencia y era considerado como una amenaza para las mujeres, incluyendo a su esposa Katherine y sus hermanas. De hecho los enfermeros varones tenían que sostenerlo cada vez que tenía contacto con alguna.
En 1998 se publicó la novela Riven Rock, de TC Boyle, donde se reveló que McCormick era obligado a dormir con un arnés de cuero para mantener las manos junto a sus tobillos, toda la noche para evitar que se tocara.

El hombre estaba tan perturbado que su familia contrató al científico del comportamiento, el doctor Gilbert Van Tassel Hamilton, a quien le permitieron instalar un laboratorio de primates en la mansión, de acuerdo con la novela antes mencionada, con la promesa de que encontraría una cura para la condición de Stanley.

Durante varios años, Hamilton trabajó con McCormick, pero su experimento con monos no fue suficiente para encontrar una cura para sus padecimientos de demencia y aunque, fueron reclutados otros médicos sus métodos tampoco tuvieron éxito con el millonario. A pesar de ello, Katherine siempre buscó la manera de que su esposo se sintiera cómodo, pese a su condición.

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La mansión de estilo Mission Revival, un tipo de arquitectura neocolonial española se transformó con paisajismo con plantas exóticas importadas de Japón, un huerto con limoneros, así como muros y puentes de piedra hechos a mano. En algunas ocasiones Stanley fue visto caminando por los jardines, acompañado del personal de enfermería. Ante el deterioro en la salud de McCormick, su esposa y su mamá ya no pudieron tener contacto alguno con él, solo lo podían ver a través de binoculares.

Ante el gradual declive de la enfermedad de Stanley, el hombre desarrolló un fetiche con los pies, por esa razón, cargaba por toda la mansión sus pantuflas como si fueran una mascota. Otra de sus extrañas conductas tenían que ver con secarse las manos hasta irritarse o usar jabón obsesivamente. Finalmente, en 1947 murió de una neumonía, cabe mencionar que la casa principal de Riven Rock Estate quedó destruida en el terremoto de 1925 en Santa Barbara, se vendió y se dividió en parcelas tierra, pero actualmente en su terreno hay varias construcciones de lujo.