El príncipe Harry de Inglaterra, como muchas otras personas que no han vivido en sus propias carnes o en sus círculos más cercanos todas aquellas problemáticas derivadas del racismo estructural, solo fue consciente de la verdadera dimensión de las injusticias y del trato denigrante del que son constantemente víctimas los ciudadanos pertenecientes a las minorías raciales cuando empezó a salir con Meghan Markle, la entonces actriz hoy es la duquesa de Sussex.
El activismo de Harry 'despertó' hasta que vivió ataques racistas contra Meghan
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Según la nueva biografía que relata el camino seguido por la pareja para alcanzar una situación de plena autonomía tras su salida oficial de la primera división de la familia real británica, Finding Freedom, la conciencia del nieto de Isabel II en relación con los terribles efectos de la xenofobia "despertó" por completo al ser testigo directo de los sesgos tan particulares con los que buena parte de la prensa británica -y de la opinión pública, todo sea dicho- analizaba a su nueva novia, con quien posteriormente contrajo matrimonio en el castillo de Windsor y con la que un año más tarde debutó en la paternidad con el nacimiento del pequeño Archie.
Evidentemente, esos tiempos en los que Harry protagonizó polémicas tales como la de aparecer en una fiesta vestido de oficial nazi -un hecho del que ya se disculpó y que atribuyó a la insensibilidad derivada de su ingenuidad- han quedado definitivamente atrás. En la actualidad, y gracias en buena parte a la formación recibida por su esposa -escriben los autores de la obra-, Harry es en la actualidad un hombre comprometido con la igualdad, con la justicia social y, asimismo, con la necesidad de dotar a la comunidades más vulnerables de las oportunidades que merecen para derribar barreras y sacar el máximo partido a su potencial.